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31 de mayo de 2025 – Por ContraPoder
El Superior Tribunal de Justicia de Corrientes (STJ) confirmó de manera unánime la sentencia a 13 años de prisión para el exconcejal goyano Guillermo Américo Córdoba, referente del espacio político “Peronistas con Valdés”. La condena, dictada originalmente por el Tribunal de Juicio de Goya, lo halló culpable de abuso sexual con acceso carnal en modalidad de delito continuado y abuso sexual simple en dos oportunidades, en concurso real.
Los delitos fueron cometidos entre los años 2020 y 2023 contra tres militantes del Movimiento Evita y Barrios de Pie, quienes denunciaron haber sido víctimas de acoso, abuso de poder y agresiones sexuales por parte del dirigente político.
La resolución del STJ se produjo este viernes, y dejó firme la Sentencia N° 108/24, rechazando los recursos de casación presentados por la defensa del imputado. El primer voto fue emitido por el ministro Alejandro Chaín, respaldado por sus colegas Eduardo Panseri, Guillermo Semhan, Luis Rey Vázquez y Fernando Niz. “El juez de juicio ha observado las reglas de la sana crítica racional (…), explicando cómo llega a la certeza sobre los hechos investigados”, expresó Chaín en su voto. “Encuentro la sentencia inamovible en sus fundamentos; resulta inobjetable con los argumentos expuestos por el recurrente”, concluyó.
Los testimonios presentados durante el juicio revelaron un patrón sistemático de abuso por parte del exconcejal, quien utilizaba su cargo y poder político para someter a mujeres en situación de vulnerabilidad económica y laboral. La primera víctima, hoy de 26 años, denunció que el entonces concejal se aprovechó de su situación dentro del Movimiento Evita, donde Córdoba ejercía poder sobre su estabilidad laboral y su acceso a un plan social. En una ocasión, incluso la interceptó en la vía pública y la obligó a subir a su vehículo para intimidarla y exigirle silencio.
En otro caso, una mujer de 39 años fue manoseada en la sede del Movimiento tras una reunión. Luego del hecho, fue hostigada y presionada laboralmente por el dirigente. Finalmente, una tercera víctima, integrante de Barrios de Pie, denunció haber sido abusada en el departamento del concejal, luego de ser citada bajo pretexto de trabajo. Según su testimonio, Córdoba ejerció violencia física para avanzar sobre ella, pese a sus reiteradas negativas, y luego le impidió salir del lugar, lo que generó temor y desesperación en la denunciante.
La condena representa un golpe para el espacio político “Peronistas con Valdés”, ya que Córdoba era uno de sus referentes más visibles en la ciudad de Goya. Según fuentes del Movimiento Evita, al menos 27 mujeres habrían sufrido situaciones similares, aunque la mayoría no se animó a denunciar.
La Fiscalía había solicitado 18 años de prisión, mientras que la querella reclamaba 20, considerando también una denuncia por privación ilegítima de la libertad, que finalmente fue desestimada por el tribunal. Córdoba había logrado permanecer en libertad hasta esta resolución definitiva, pero ahora deberá cumplir con la pena impuesta.
Uno de los elementos fundamentales en la condena fue el informe psicológico forense realizado a la primera víctima. El mismo establece que hubo un claro aprovechamiento de la asimetría de poder y vulnerabilidad económica por parte del acusado. Se documentaron elevados niveles de ansiedad, angustia, llanto e indicadores claros de daño psíquico producto del abuso.
Más allá del fallo, la situación expone una grave contradicción dentro del espacio político al que pertenece el exconcejal: muchas de las mujeres que ocupan cargos políticos en ese mismo grupo, algunas incluso relacionadas directamente con Córdoba, siguen manteniendo vínculos con el condenado. Se presentan públicamente como defensoras de la igualdad y de la causa feminista, pero no han roto lazos con el abusador, desvirtuando así el sentido de una verdadera lucha por los derechos de las mujeres. Esa doble moral erosiona la credibilidad del feminismo institucional y deja expuestas las complicidades que aún subsisten dentro de la política local.
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